Recordando
esa consigna que desde los primeros pasos como pionero siempre pronuncié
"Pioneros por el Comunismo ¡Seremos como el Che!", hoy
ratifico esa aspiración no solo en lo personal pensando que cada día pudiera
ser un mejor hombre, sino que me pongo a pensar en ese Che que hace falta en
estos tiempos cuando este país se ha propuesto cambiar y lograr que el trabajo
sea la principal fuente de ingreso de los cubanos, buscando entre los libros
que he leído sobre la vida y obra de Ernesto Guevara (Che) encontré este de Angel
Arcos Bergnes “Evocando al Che”, que se los recomiendo si quieren ver cómo era
este hombre como persona en la vida cotidiana, en su actividad como dirigente y
sobre todo en lo más personal, en su relación común con los obreros, con otros
dirigentes, con las mujeres, con sus compañeros más cercanos.
Pero
quisiera referirme a algunos fragmentos de una intervención que hiciera el Che
en el teatro de la CTC el 15 de agosto de 1964 en un acto que se convoca para
entregar certificados de Trabajo Comunista a más de 900 trabajadores por haber
trabajado más de 240 horas en forma voluntaria, al decir del autor del libro
este fue uno de los mejores y más profundos discursos del Che.
Al
valorar la importancia del trabajo decía… “Hoy en nuestra Cuba el trabajo
adquiere cada vez más una significación nueva, se hace con una alegría nueva”…
la alegría de estar cumpliendo con un deber, de sentirse importante dentro del
mecanismo social, de sentirse un engranaje que tiene sus particularidades
propias, necesario, aunque no imprescindible para el proceso de la producción y
un engranaje consciente, un engranaje que tiene su propio motor y que cada vez
intenta impulsarlo más y más para llevar a feliz término. Una de las premisas
de la construcción del socialismo: tener una cantidad suficiente de bienes de
consumo para ofrecer a toda la población. Y junto con eso, junto con el trabajo
que está todos los días realizando, la tarea de crear nuevas riquezas para
distribuir por la sociedad. El hombre que trabaja con esa actitud se está
perfeccionando.”
Al
leer esto nos parece que el Che esta entre nosotros hoy definiendo como debe
ser la actitud de cada cubano ante el trabajo para lograr lo que nos estamos
proponiendo con los lineamientos de la política económica y social del Partido
y la Revolución y verdaderamente hacer avanzar la economía de este país.
Es
precisamente ese el hombre que queremos hoy, esa es mi aspiración, al decir de
Atilio Borón, el Che era un hombre cuya absoluta coherencia entre ideas,
valores y conductas lo convierte en un paradigma insuperable, especialmente en
épocas como éstas, en las que la traición a los viejos ideales, o la
desconexión entre lo que se piensa o dice y lo que se hace, ha adquirido
proporciones escandalosas.
Estas
imágenes definen al Che que quisiera ser
Un
hombre que pensaba que… “Cada vez que se deja de hacer un esfuerzo y cada vez
que se deja de cumplir una tarea en un punto, eso se refleja sobre toda la
sociedad y sobre sí mismo, sus hijos, su familia toda”…
Así
era el Che y así quisiera que fueran hoy los que de alguna manera tenemos la
responsabilidad social de realizar alguna labor que aporte a nuestra economía, al
decir del Che, si no avanzamos parejo, no podemos tomar un ritmo de avance
lógico.
Es
precisamente ese el pensamiento que hace falta en estos tiempos para
transformar nuestra sociedad y nuestra economía, y al pensar de esa manera
estaremos en condiciones de actuar en correspondencia con los valores y
conductas que nos ha legado el Che y solo así estaríamos cumpliendo con la
consigna de ser como ese paradigma que fue, es y será el Che para toda
Latinoamérica y en especial para los cubanos.
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