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lunes, 7 de julio de 2014

Discurso del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en el III Período de Sesiones de la Octava Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el Palacio de Convenciones, el 5 de julio de 2014, “Año 56 de la Revolución”.

Discurso del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en el III Período de Sesiones de la Octava Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el Palacio de Convenciones, el 5 de julio de 2014, “Año 56 de la Revolución”.

(Versiones Taquigráficas - Consejo de Estado)

Compañeras y compañeros:

En las últimas semanas hemos efectuado importantes reuniones, entre ellas el Consejo de Ministros el 21 de junio y el VIII Pleno del Comité Central del Partido el pasado jueves. Acerca de ambos eventos, sobre todo de la reunión del Consejo de Ministros, se informó en los medios de prensa ampliamente.
Por su parte, desde el miércoles, los diputados en sus respectivas comisiones permanentes han debatido con profundidad las principales temáticas del quehacer nacional. Por esa razón mi intervención será breve.
Como ya fue informado, en el primer semestre la economía cubana mantuvo un desempeño discretamente ascendente; el Producto Interno Bruto (PIB) creció un 0,6%, lo que denota una desaceleración del ritmo de crecimiento de este indicador a causa del incumplimiento de los ingresos externos, la incidencia de condiciones climatológicas, así como la persistencia de insuficiencias internas en la gestión económica.
A pesar del crecimiento de las ramas del transporte, comunicaciones, actividad agropecuaria, la industria azucarera y el turismo, decreció la minería y la producción industrial, esta última por sensibles afectaciones en el financiamiento oportuno y la consiguiente entrada tardía de materias primas importadas.
Por otra parte, continuó influyendo negativamente la crisis económica global, al tiempo que se ha recrudecido el bloqueo norteamericano, en especial la persecución financiera a entidades que mantienen vínculos con nuestro país, asunto que retomaré más adelante.
En medio de estas innegables circunstancias, hemos cumplido puntualmente los compromisos financieros resultantes del reordenamiento de las deudas con los principales acreedores, hecho que favorece a la sostenida recuperación de la credibilidad internacional de nuestra economía.
Al propio tiempo se ha logrado preservar las condiciones de equilibrio monetario interno, tanto en el sector de la población como en la economía en su conjunto. Igualmente se consolida la tendencia al rescate de la disciplina financiera en materia de los cobros y pagos.
Para alcanzar al cierre del año un crecimiento del Producto Interno Bruto del 1,4%, se requerirá trabajar más y mejor en el segundo semestre y potenciar el empleo de las reservas de eficiencia que no explotamos adecuadamente.
El resultado alcanzado no nos satisface, pero tampoco nos desanima en lo más mínimo. Ante estas complejas circunstancias se impone el espíritu de luchar con firmeza y optimismo para revertir la situación y recuperar ritmos de avance que aseguren el desarrollo socialista sobre bases sostenibles e irreversibles.
En este empeño y como parte de la implementación de los Lineamientos adoptados por el Sexto Congreso del Partido, el Consejo de Ministros aprobó las bases del programa de desarrollo económico y social del país a largo plazo, con una visión hasta el año 2030, que servirá de plataforma para la elaboración de los planes quinquenales.
Entre los principios del citado programa de desarrollo está mantener la propiedad social sobre los medios fundamentales de producción y forjar un modelo de desarrollo con eficiencia en todas las esferas, encaminado a asegurar bienestar, equidad y justicia social para los cubanos.
En materia de la actualización del modelo económico nos encontramos en una fase cualitativamente superior, en la que se evalúan decisiones de mayor complejidad y alcance; entre ellas la preparación de condiciones que aseguren el éxito del proceso de unificación monetaria, el cual, como ya se ha explicado, no significa la solución mágica a todos los problemas presentes en la economía, sino que será un factor decisivo en pos de un sustantivo incremento de la eficiencia y de la productividad del trabajo, a la vez que propiciará una distribución más justa de la riqueza creada.
Sobre el particular no resulta ocioso reiterar que se garantizarán los depósitos bancarios en divisas foráneas, pesos cubanos convertibles (CUC) y pesos cubanos (CUP), así como el efectivo en poder de la población y las personas jurídicas nacionales y extranjeras.
El pasado sábado 28 de junio entró en vigor la nueva Ley de la Inversión Extranjera, aprobada por esta Asamblea en sesión extraordinaria el 29 de marzo, al igual que las normas regulatorias complementarias, todo lo cual conforma un marco jurídico que ofrece mayores incentivos y garantías a potenciales inversionistas. Corresponde a los organismos y entidades empresariales actualizar la cartera de oportunidades en interés de concretar, en el menor plazo posible y sobre bases mutuamente ventajosas, la captación de inversiones de capital extranjero llamadas a dinamizar el desempeño de la producción y los servicios.
Asimismo, ha proseguido el perfeccionamiento de las estructuras y funciones de los organismos de la Administración Central del Estado y otras entidades nacionales y actualmente se lleva a cabo su implantación en el primer grupo integrado por 20 de ellos.
Se avanza en la separación de las funciones estatales de las empresariales y ha empezado a aplicarse un conjunto de medidas en interés de conceder superior autonomía y amplias facultades a la empresa estatal socialista.
Al respecto considero necesario resaltar que este proceso, para resultar exitoso, debe conducirse con una adecuada gradualidad, como decíamos en la mañana de hoy, y acompañarse del control permanente de las diferentes estructuras partidistas y del gobierno a cada nivel, así como de acciones sistemáticas para la capacitación de los directivos y funcionarios que asumen nuevas responsabilidades en un escenario de gestión más flexible y menos centralizado.
Al propio tiempo, continúa la tendencia creciente en el trabajo por cuenta propia y las cooperativas no agropecuarias, estas últimas todavía en fase experimental.
En la última reunión del Consejo de Ministros se aprobó la actualización de la política para la implementación de la gestión por formas no estatales en las actividades de gastronomía, servicios técnicos y personales, todo lo cual debe contribuir a ofrecer una mejor calidad y variedad en la oferta a la población y también reducir las pérdidas y robos tan frecuentes en este sector, permitiendo al Estado dedicarse a las cuestiones de mayor envergadura e importancia para el desarrollo de la nación.
Tampoco en esta esfera debe dejarse espacio a la precipitación ni a la improvisación. La gradualidad no es un capricho, ni mucho menos el deseo de retrasar los cambios que debemos efectuar; todo lo contrario, se trata de una necesidad para asegurar el orden y evitar vacíos que nos conducirían directamente a errores que desvirtúen los objetivos propuestos.
A continuación abordaré, además, cuestiones relacionadas con la política exterior.
A pesar del creciente rechazo internacional, en particular en América Latina y el Caribe, e incluso dentro del propio Estados Unidos, al bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, lejos de rectificarse esta política, continúa en vigor plenamente en abierta violación de los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas.
Se ha acrecentado a niveles sin precedentes el acoso a las instituciones comerciales y bancarias que se relacionan con nuestro país, en muchas ocasiones con un agresivo carácter extraterritorial, afectando incluso a sus aliados, como fue la muy reciente multa de 8 970 millones de dólares impuesta al banco francés BNP-Paribás, el más grande de Francia, un atropello más contra la soberanía de los Estados, las normas de libre comercio y del Derecho Internacional, como se denunció en la Declaración de nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores el pasado 2 de julio.
Es un hecho insólito que, como consecuencia del bloqueo financiero, la Sección Consular de Cuba en Washington haya sido privada de los servicios bancarios, lo que perjudica a los cubanos que viven en Estados Unidos y dificulta sus vínculos familiares y los viajes a nuestro país.
Estados Unidos tampoco renuncia a la subversión contra Cuba, con el uso de métodos encubiertos y el empleo de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, como lo evidenciaron las recientes revelaciones sobre el proyecto Zunzuneo, que constituye una violación de nuestra soberanía y del Derecho Internacional.
Es hora ya de que Estados Unidos entienda que estas políticas están condenadas al fracaso y que debe respetar la voluntad y el derecho de los cubanos a construir su futuro en paz.
Hoy Venezuela resiste y triunfa frente a los medios más sofisticados de subversión y desestabilización, incluidos los intentos de golpe de Estado, según las concepciones de la guerra no convencional que Estados Unidos aplica en diferentes regiones. La Revolución Bolivariana y Chavista y el gobierno encabezado por el Presidente constitucional, Nicolás Maduro Moros, reciben amplia solidaridad regional e internacional, en apoyo al pueblo venezolano que defiende sus conquistas.
Recientemente nuestro país expresó, a través de una Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores, su solidaridad y respaldo a la República Argentina y a la presidenta Cristina Fernández frente a los ataques asociados a fondos especulativos, amparados por decisiones inaceptables e injerencistas de cortes estadounidenses.
América Latina y el Caribe cierran filas en defensa de esta hermana nación, sabiendo que esa agresión al pueblo argentino está dirigida también contra los esfuerzos de integración regional y la soberanía de todos los países del sur.
Son significativos los acuerdos alcanzados hasta el momento por el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la Mesa de Conversaciones. Nunca antes ese país había avanzado tanto en la dirección de alcanzar la paz, en un conflicto que ya dura más de medio siglo. A solicitud de las partes, Cuba seguirá desempeñándose como uno de los dos garantes y sede de estas conversaciones, y proseguirá brindando todas las facilidades necesarias para su buen desarrollo.
Saludamos también el proceso exploratorio de dicho gobierno y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), al cual continuaremos contribuyendo.
La celebración de la II Cumbre de la CELAC, en enero, coincidiendo con el 161 aniversario del natalicio de Martí, constituyó un éxito para el pueblo cubano por el elevado nivel de participación de Jefes de Estado y Gobierno, la importancia de los temas debatidos y de los documentos adoptados, como la Declaración de La Habana y el Programa de Acción, que demuestran nuestra unidad en la diversidad y la voluntad política de avanzar en la integración latinoamericana y caribeña.
La firma por todos los Jefes de Estado y Gobierno de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz fue un hito de gran trascendencia histórica que consagra el respeto de los principios y normas del derecho internacional y los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, así como el compromiso permanente con la solución pacífica de controversias a fin de desterrar de nuestra región para siempre el uso y la amenaza del empleo de la fuerza.
Igualmente nos compromete al estricto cumplimiento de la obligación de no intervenir, directa o indirectamente, en los asuntos internos de cualquier otro país y observar los principios de soberanía nacional, la igualdad de derechos y la libre determinación de los pueblos; así como el pleno respeto —establecido en estos documentos— al derecho inalienable de todo Estado a elegir su sistema político, económico, social y cultural, como condición esencial para asegurar la convivencia pacífica —primera vez que ese principio se establece en un documento firmado por todos los Jefes de Estado de América Latina y el Caribe—; la promoción de una cultura de paz; y el desarme y la promoción del desarme nuclear y del desarme general y completo, para propiciar el fortalecimiento de la confianza entre las naciones.
Ahora, en el Cuarteto de la CELAC, compuesto por Costa Rica, que ostenta su presidencia pro tempore, Cuba que la desempeñó hasta la última reunión cumbre y Ecuador, que sucederá a la actual presidencia más San Vicente y las Granadinas como representante del CARICOM —o sea del Caribe—, nuestro país continúa apoyando la labor de consolidación y fortalecimiento de la Comunidad.
En mayo, el Ministro de Salud Pública, Roberto Morales Ojeda, a nombre de Cuba, presidió de manera exitosa la 67 Asamblea Mundial de la Salud, máxima instancia de la Organización Mundial de la Salud. Ello constituye un alto reconocimiento a los logros alcanzados en esta esfera a nivel nacional y en la cooperación internacional que han prestado y prestan decenas de miles de compatriotas.
La Cumbre del Grupo de los 77 más China en Bolivia, el pasado mes de junio, mostró el destacado liderazgo popular e internacional del presidente Evo Morales Ayma, adoptó importantes decisiones en defensa de los intereses de los países del Sur y rindió homenaje al Comandante Ernesto Che Guevara en la fecha de su nacimiento.
Como testimonio de nuestros provechosos, solidarios y crecientes vínculos y de la identidad de objetivos e intereses con la Comunidad del Caribe, de la que nos sentimos parte entrañable, se ha completado la representación diplomática en La Habana de sus Estados miembros con la apertura, por parte del Primer Ministro Denzil Douglas, de la Embajada de San Cristóbal y Nieves.
Trabajamos ya en la preparación de la V Cumbre CARICOM-Cuba que se realizará en suelo patrio el 8 de diciembre del presente año, en conmemoración del día en que Barbados, Guyana, Jamaica y Trinidad-Tobago establecieron simultáneamente relaciones diplomáticas con Cuba y prestaron una inolvidable contribución a nuestra inserción regional, paso que tuvo un gran peso en un momento en que eran muy pocos los países que tenían relaciones con nosotros, ya no solo era México que fue el único que no rompió, sino unos cuantos más .
Con la satisfacción de tener de regreso en la Patria a René y a Fernando, tras cumplir íntegramente sus injustas condenas, reiteramos el compromiso de no cejar, junto a ellos, en nuestros esfuerzos por la liberación de Gerardo, Ramón y Antonio, causa a la que seguiremos confiriendo máxima prioridad.
Por último, compañeras y compañeros, el próximo 26 de julio conmemoraremos junto al pueblo de Artemisa el 61 aniversario del Asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en la joven provincia que fue cuna de muchos de los valerosos protagonistas de aquella epopeya. En esta ocasión corresponderá a uno de ellos, al Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, pronunciar las palabras centrales.
Trabajemos para preservar las conquistas de la Revolución, por las que tantas generaciones de cubanos han luchado, y alcanzar la construcción de un socialismo próspero y sostenible.
Eso es todo por ahora,
Muchas gracias.
(Ovación)

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