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martes, 27 de febrero de 2018

Un bastión moral llamado Cuba

En cualquier balance afectivo e intelectual (juntos o separados) que hagamos en América Latina y el Caribe, encontraremos a Cuba como referente infaltable y como deuda impagable.



Autor: Fernando Buen Abad | internet@granma.cu

25 de febrero de 2018 20:02:07
Foto: Alainet

En cualquier balance afectivo e intelectual (juntos o separados) que hagamos en América Latina y el Caribe, encontraremos a Cuba como referente infaltable y como deuda impagable. No son pocos los protagonistas políticos, intelectuales o artísticos que no tengan, en su vida y obra, una fuente referencial originaria de Cuba. Quienes crecimos con la Revolución, que supimos de ella con sus victorias y sus tropiezos, tenemos la ganancia especial de su ética, de su resistencia expresadas en todas sus batallas. Cuba nos enseñó la importancia del ser y el hacer revolucionario a pesar de todos los pesares. A pesar, incluso, de las diferencias y las indiferencias. Cuba estuvo y Cuba está ahí, siempre firme.

Es inimaginable la «izquierda latinoamericana» sin la influencia, desigual y combinada, que Cuba implica en la hora de entender el presente continental y las tareas del futuro inmediato. Es inimaginable la «Patria Grande» sin el fulgor revolucionario de Cuba en las horas decisivas para la unidad continental y en las horas cruciales de las luchas «particulares».

No es solo la figura de Fidel (por sí sola una herencia monumental de teoría y práctica), no es solo el papel de Raúl, estratega y soporte de mil tareas; no es solo Camilo y el Che con la didáctica de la acción sin dobleces… es también «Casa de las Américas», es la Revolución Agraria y la Urbana. Es la Revolución de la Salud y de la Educación, la Revolución de la Ciencia, la Revolución de la Filosofía, la Revolución de la Poesía y de la Canción…, la resistencia y la inteligencia para vivir viviendo la dignidad. Y nada de esto sin debates, sin dudas o sin reconsideraciones.

Así, aprendimos que el amor a Cuba (entre otros «requisitos») incluye el odio al bloqueo; que no se puede hablar de Cuba sin un balance preciso de lo que ha perdido (lo que le han arrebatado en lo objetivo y en lo subjetivo) por el «embargo». No se puede, no se debe, hablar de Cuba sin una estimación correcta del valor moral que representa, casa por casa, poner cara a todas las adversidades y defender organizadamente la praxis revolucionaria contra toda la ofensiva económica, política y mediática que no se ha detenido, ni un segundo, desde el triunfo de la Revolución con sus «barbudos».

Y también, bajo los acosos de todo tipo, Cuba desarrolló su proyecto democrático decidida a fijar parámetros propios y a jugarse la vida política diferenciándose de todos los formatos hegemónicos y de cierta incapacidad pertinaz de algunos para entender otras formas de la vida democrática, en las condiciones históricas concretas, sin los formularios predominantes. También en esto le ha llovido metralla con algunos «misiles» de «fuego amigo». En todo caso es un debate abierto… como debe ser.

Cuando se habla de la economía cubana concurre toda suerte de valoraciones, especulaciones y equivocaciones. Juntas o por separado. Algunas, con cierta suficiencia doctoral, se sienten habilitadas para desplegar sus recetarios teledirigidos para constituirse en autoproclamados Mesías de las soluciones perfectas. Al otro lado de la irracionalidad abundan los que sueñan una Cuba «abierta de par en par», claudicando soberanía y principios socialistas. No faltan los «términos medios», componedores o conciliadores, que suponen posible un poquito de capitalismo y un poquito de socialismo para un coctel moderado plagado con espejismos y trampas.

Pero es potestad y prerrogativa del pueblo cubano indagar y probar toda suerte de soluciones que, en las condiciones concretas y sin acostumbrarse a ellas, garantice los requisitos indispensables para una vida buena y digna sin rescindir principios y sin abandonar la lucha por el socialismo. «Con la Revolución todo, contra la Revolución nada». Y el imperio a unos cuantos kilómetros.

Así que uno no puede ni debe quedarse indiferente, o solo expectante, ante el proceso electoral cubano con todo lo que eso implica y con todo lo que eso nos involucra. Es, aunque algunos no lo sepan o algunos no lo quieran, también un proceso de trascendencia continental e histórico, que reclama a los pueblos atención y solidaridad patentes desde cada rincón y hasta los corazones ejemplares del pueblo revolucionario de Cuba.

Es preciso un acuerdo político desde las bases, para explicar, paso a paso, lo que en Cuba sucede (y suceda) y es imprescindible una acción comunicacional organizada que deje saber a los cubanos cómo sentimos y vivimos sus decisiones cruciales con la envergadura y la vigencia de la Revolución Cubana… Revolución amada, también, nuestra.

La única expresión válida para Cuba es la participación internacionalista
y enérgica de los trabajadores, de su pueblo. Su intervención directa en los problemas que se suceden sin cesar y el fortalecimiento de las fuerzas e instrumentos para organizarse, siempre con base en métodos de formación avanzada. Dar vigor renovado a las asambleas, los consejos obreros y distritales sin privilegios ni burocratismos.

Profundización de una democracia viva y directa, ejercida como expresión que esculpe la historia y del partido para no reducirse a la sola elección de personas y coyunturas. Que el pueblo gobierne al pueblo, de manera masiva y trasparente en elecciones periódicas y con un programa dinámico capaz de disponerse, desde su método, a perfeccionarse permanentemente. Democracia contra el bloqueo y los errores, democracia dialéctica de una Revolución cultural y educacional, convertida en sufragio y viceversa, democracia participativa y protagónica de escrutinio permanente en todos los niveles. Consulta seria y organizada en todos los ámbitos de la política económica y la práctica sistemática de la voluntad colectiva.

Cuba es una insurrección de dignidad permanente convertida en didáctica serena, consejera de ideas y de acción vivificante. Es un puente tendido entre la Revolución de un pueblo decidido a ser libre y las luchas que se miran en su espejo para madurar sus rebeliones.

Cuba es más grande que el bloqueo, que todos los bloqueos, porque se hizo de cimientos históricos propios para perpetuarse en su renovación empecinada de futuro. Porque, lo dicho, a pesar de todos los pesares, de las agresiones y los atropellos, ahí está Cuba con su bandera Socialista al viento agitándose bailarina y saludo, de cara a la historia y de la mano de los pueblos que, con los pobres de la Tierra, ha querido echar su suerte. Voluntad férrea, Cuba hermana, bastión de moral en pie de lucha.

El autor de este texto es Filósofo y escritor mexicano.

jueves, 8 de febrero de 2018

Fuerza Operativa en Internet Contra Cuba: los mismos de siempre con iguales objetivos

http://www.granma.cu/cuba/2018-02-07/fuerza-operativa-en-internet-contra-cuba-07-02-2018-20-02-57


Fuerza Operativa en Internet Contra Cuba: los mismos de siempre con iguales objetivos

Durante la reunión inaugural, el grupo de trabajo acordó formar dos subcomités, uno dedicado a estudiar el rol de los medios de comunicación y la libertad de información en Cuba, y el otro enfocado en el acceso a internet en Cuba.



Autor: Sergio Alejandro Gómez | internet@granma.cu

7 de febrero de 2018 20:02:57

Aunque el Departamento de Estado intenta camuflar su nueva Fuerza Operativa en Internet contra Cuba como un filantrópico proyecto para mejorar el acceso a la red de redes en la mayor de las Antillas, el listado de los participantes en el primer encuentro de este miércoles delata sus verdaderas intenciones.

De acuerdo con la información oficial emitida tras la reunión en Washington, están presentes en la Fuerza Operativa la Oficina de Transmisiones a Cuba (OCB), la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y FreedomHouse, entre otras organizaciones y actores «no gubernamentales», que serán coordinados por el Subsecretario adjunto interino para Asuntos del Hemisferio Occidental, John S. Creamer.

La OCB es el paraguas de Radio y TV Martí, dos reliquias de la Guerra Fría diseñadas para emitir propaganda enemiga y llevar a cabo operaciones sicológicas contra Cuba. Millones de dólares de los contribuyentes norteamericanos se han desperdiciado en los proyectos fracasados de esta organización, sometida a varias auditorías por escándalos de corrupción y malversación de fondos.

La USAID, por su parte, es el brazo público de la CIA y financista de proyectos subversivos contra Cuba como ZunZuneo y Commotion, cuya revelación por parte de la prensa fue una vergüenza para las autoridades estadounidense por su ineficacia y violación de las leyes internacionales.

Otras tantas iniciativas para atentar contra la integridad del Estado cubano han contado con la asesoría y la capacitación de FreedomHouse, un tanque pensante con sede en Washington que no esconde demasiado sus vínculos con los servicios de inteligencia norteamericanos.

Con dinero de FreedomHouse, a través del mercenario Frank Calzón, se negoció en parte la liberación del terrorista Luis Posada Carriles, apresado en Panamá por un intento de asesinato en el año 200 contra Fidel e indultado escandalosamente en el 2004 por la expresidenta Mireya Moscoso.

La reunión de este miércoles, la primera de la Fuerza Operativa, se llevó a cabo en una pequeña sala de conferencias en un sótano del Departamento de Estado, según relata la agencia AP.

«Durante la reunión inaugural, el grupo de trabajo acordó formar dos subcomités, uno de ellos dedicado a estudiar el rol de los medios de comunicación y la libertad de información en Cuba, y el otro enfocado en el acceso a Internet en Cuba», refiere el comunicado del Departamento de Estado.

Añade que esos «subcomités» proporcionarán un «informe preliminar con recomendaciones en un plazo de seis meses» y se volverán a reunir en octubre próximo para preparar un texto final con sugerencias para el presidente Donald Trump y el secretario de Estado, RexTillerson.

Si tenemos en cuenta el historial de quienes componen la nueva Fuerza Operativa de Estados Unidos contra Cuba en Internet, nada bueno se puede esperar.